Callar no es otorgar

Esa vieja expresión de que «el que calla otorga» ha sido repetida tantas veces que parece haberse convertido en verdad. Una mentira, aun cuando sea repetida infinidad de veces, nunca se convertirá en verdad. Y es el caso de aquella frase, según la cual callar ante una argumentación es sinónimo de aceptación, de acuerdo, de validez; jamás de negación.

Los silencios solo significan ausencias de palabras o frases. Cada cual es dueño de sus silencios y de sus significados. Muchas y muy variadas son las circunstancias en las cuales el silencio es la alternativa a cualquier respuesta. En muchos casos el silencio es –indiscutiblemente– la mejor respuesta ante las insensateces.

Entender los silencios de las personas es imposible; el silencio es en sí mismo su propia explicación. Aquellos ejercicios de adivinación mediante los cuales se pretende, a partir de los silencios, leer e interpretar los contenidos mentales y emocionales de las personas, es tan inútil como absurdo. Desde la carencia de las palabras adecuadas para dar una respuesta hasta la simple y pura indiferencia, existen infinidad de matices intermedios. La mejor respuesta ante un silencio es preguntar su significado; si aún así el silencio se mantiene, será otro silencio la obligada y respetuosa actitud.

Una forma sensata y práctica de comunicación sería evitar todas esas actitudes que de alguna manera inducen a las personas a escudarse en sus silencios para evitar respuestas y situaciones incómodas. El silencio también ayuda a evitar confrontaciones que casi sin excepción conducen a los distanciamientos, a veces irreconciliables. Frecuentemente el silencio es producto de la indiferencia, y esta suele ser una respuesta contundente.

Uno de los mayores condicionadores del silencio es el miedo. El miedo a ser criticado y juzgado negativamente, a generar una reacción adversa. La asimetría en el diálogo es otra causa común de los silencios; evita el desafío y la confrontación con la autoridad del superior. Ejemplos de esa asimetría son los diálogos entre padres e hijos, entre jefes y subalternos, entre personas de niveles distintos, sean del tipo que fueren.

Aquello de que «el que calla otorga» es una siniestra manera de manipular la voluntad de las personas; es una manera sutil y muy eficiente manera de imponer criterios en las mentes débiles.

El que calla nada otorga; es dueño de sus propios silencios y de sus propias verdades.

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Agosto/2018
394 palabras

11 Responses to Callar no es otorgar

  1. Rafael dice:

    Si alguien te patea y no le respondes daría a pensar que aceptas el castigo y el agresor tiene razón; algo así me pasó recientemente, tanto que lo intentó de nuevo (porque no me pegó lo suficiente!): jamás pensó en obtener una contundente respuesta la segunda vez, tanto que me pidió «disculpas públicas». Por mi, te diré, que sí: el que calla otorga.

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    • Fer Tobar C. dice:

      En los temas relacionados con el comportamiento humano no hay verdades inmutables y cada cual es dueño de su propia verdad, de su propio punto de vista. Sin embargo, tratándose de una agresión, mi reflexión sobre «Callar no es otorgar» no es aplicable.
      Un abrazo Rafael y siempre gracias por tus valiosos comentarios.

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  2. En este tema de los silencios si que diferimos diametralmente. El dicho de «el que calla, otorga» tiene su base en la sabiduría popular y de ninguna manera es una regla absoluta, y haces bien en ampliar el tema.

    Pero yo me centraría en el silencio entre iguales. Marido y mujer, amigos queridos, hermanos. El silencio sólo termina agigantando rencores y malos entendidos. Pero esto también supondría una discusión racional y que si no se da, no te queda otro remedio que el silencio.

    El comentario que pone Lucy al final es para meditarlo: «…o pueden ser finales contundentes donde la palabra nunca regresa y la relación se acaba para siempre…cuidado con los silencios…»

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    • Fer Tobar C. dice:

      Gracias por tu comentario Hermano querido..

      Los temas sobre los que escribo son esencialmente subjetivos; cada cual tiene su visión.

      Es muy complejo intentar cubrir todas (o la mayoría) de aspectos relacionados con un tema en un artículo cuya extensión no debe superar los 3 minutos de lectura (+/- 450 palabras).

      Los comentarios que a veces hacen al pié de cada artículo son muy valiosos porque lo complementan y completan.

      Un abrazo.

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  3. Cristianne dice:

    Somos dueños de lo que callamos y esclavos de lo que decimos!!!
    Un abrazo.

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  4. Pedro BUITRON dice:

    Fernando, que grande es de tu parte, el descifrar el silencio, como dices, lo pueden asociar a cualquier cosa o argumento, pero eso solo es de esperar del COMUN, el silencio es la expresion mas grandiosa de un ser no comun, que domina su propia consciencia, que silencia ante el absurdo de quienes agreden o desmejoran la etica, la moral a veces la privacidad de los demas, en sintesis, el silencio es una virtud de sabios frente a las adversidades, gracias Fernando tus letras que aspiro lean muchos, o pocos no importa, abrazo fraterno.

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  5. Lucy dice:

    Muy cierto. El silencio puede ser tantas cosas…desde que no vale la pena contestar un comentario inútil; a no decir nada a una persona que desde ya, no entenderá lo que quieres decir; o sentirte tan decepcionado del comentario que para que hablar…o simplemente, no querer ahondar en algo que no te da la gana inmiscuirte. En fin, también puede ser ortorgar, pero generalmente no lo es. Silencios pueden ser dagas; pueden ser esperas para hablar luego con más calma; o pueden ser finales contundentes donde la palabra nunca regresa y la relación se acaba para siempre…cuidado con los silencios…

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