Esto sucedió en Agosto/2008. En Quito, en la Avenida 6 de Diciembre a pocas cuadras de la Avenida Naciones Unidas. La madre del niño conducía el vehículo plateado. Las personas a la derecha acompañaban a la madre joven y al niño.
Es habitual ver a borrachines, indigentes y perros mearse en veredas, contra postes, paredes y llantas de automóviles. Por esa razón me sorprendí mucho cuando esta señora, que además estaba muy bonita y mejor vestida, conduciendo un vehículo caro, lo primero que hizo fue ayudar a que su hijo meara con comodidad. Al menos tuvo la consideración de usar su propio vehículo como meadero.
Mi reflexión a propósito de esta imagen es que la educación, la cultura y la consideración por el ciudadano circundante, no se relaciona ni con el color de la piel, ni con la riqueza ni con el aspecto de las personas.
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Noviembre/2010
Creo que la culpa tiene la vejiga chica del guagua y la enorme falta de SSHH que hay en Quito. Yo le apoyo a la mamá!
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