Si desde pequeños aprendemos a hacer nuestras pequeñas cagadas donde nos coge la gana, ¿por qué nos llama la atención que al ser adultos andemos haciendo cagaditas, aunque no nos coja la gana?
Si desde pequeños aprendemos a hacer nuestras pequeñas cagadas donde nos coge la gana, ¿por qué nos llama la atención que al ser adultos andemos haciendo cagaditas, aunque no nos coja la gana?
El reto para cada uno es lograr que los demás «funcionen», dejando viva y potenciada su dignidad de seres libres y pensantes.
L.M. de V.
Enero 2010