El dinero sí compra la felicidad

   Aquello de que el dinero no compra la felicidad lo hemos escuchado siempre. No es más que otro de esos cuentos de curas para mantener a las personas sumisas y amargadas; las han convencido de que la riqueza es pecaminosa, y que “a los ojos de dios” es buena, deseada y meritoria. No es casualidad que en los países y sociedades que tienen una fuerte y arraigada cultura religiosa, la pobreza y la desesperanza son un denominador común. El control del poder requiere de esa condición; el poder político aun vive en contubernio con el poder religioso.

      La verdad es que el dinero sí da felicidad. Verdad de Perogrullo es que la felicidad no es un bien por el que se pueda pagar un precio. El dinero permite comprar infinidad de bienes y servicios que van construyendo la felicidad. No me refiero a bienes suntuarios que solo están al alcance de quien posee mucho dinero.

      Son otros los bienes y servicios que el dinero sí compra y son necesarios para una vida mínimamente satisfactoria. Una alimentación que sea capaz de sostener la vida en el largo plazo, asegurando una buena salud. Un techo que ampara y protege de las inclemencias temporales. Los medios para restaurar la salud quebrantada. Los recursos para una vestimenta adecuada. La educación para los hijos. Medios de transporte que nos facilitan la vida. Entretenimientos familiares y personales. La lista es extensa y variada.

     Las carencias en todo los órdenes de la existencia humana generan amargura, desesperanza, pesimismo, enfermedad. Es un círculo vicioso que hunde a las personas en hondos pozos de desdicha en la que la luz es cada vez más lejana e inalcanzable. Y todas esas carencias se podrían resolver con dinero.

     ¿Que el dinero no compra la felicidad? ¿Qué respondería un indigente andrajoso y hambriento en cualquier esquina, de cualquier ciudad del mundo? Seguramente su respuesta sea una mano sucia extendida suplicando por una moneda; alguien le dará sin ni siquiera mirale a los ojos. Agradecerá con una sonrisa forzada –si acaso– y un “dios le pague”. Ese día comprará, como es habitual, un pan endurecido del día anterior y un refresco que lo llevará en una funda plástica. Ese día será feliz por unos momentos al saber que tendrá algo con qué saciar su eterna hambre, aunque en la noche pase frío al abrigo de unos cartones que sacó de algún basurero; para la cobija nunca alcanzará.

     Mentira que pesa, prejuicio que no se supera, hasta que se entienda que el dinero sí compra la felicidad.


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Febrero/2023 (428 palabras)

3 Responses to El dinero sí compra la felicidad

  1. José María Laso Chiriboga dice:

    El dinero cuando es bien utilizado produce muchas satisfacciones pero no creo que felicidad. No necesariamente todos los que tienen dinero en exceso son infelices, muchos no lo son por muchas circunstancias. Las personas que se ponen como meta tener dinero de cualquier manera, licita o ilícita, normalmente tienen una ambición desmedida. Será que eso produce felicidad ?
    Por otro lado hay personas que saben vivir dignamente con poco dinero pero con muchos valores que con seguridad viven mucho más tranquilos y eso puede parecerse mucho más a un estado de felicidad. Siempre he mantenido que la felicidad es efímera y se presenta en ciertos momentos. Esos momentos hay que saber disfrutarlos y saborearlos con gusto.

    Hay un cuento, no sé si lo pueda narrar con exactitud. Dice, que un personaje gastó su juventud y su salud buscando hacer dinero y que en su senectud gastó su dinero buscando salud.

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    • Fer Tobar C. dice:

      Creo que hay una interpretación que no se ajusta a la intensión del artículo.
      Ni afirmo ni creo el dinero compra la feclicidad; si alguna expresion da para pensar de ese modo, la he usado en sentido figurado. Tampoco he mencionado que las personas adineradas son felices o que la abundancia económica es requisito para la felicidad. El espíritu del artículo es que el dinero es un facilitador de la necesidad humana de encontrar la felicidad.
      Una lectora en un comentario resume de excelente manera el tema: «el dinero crea un entorno confortable y bienestar general que genera felicidad».

      Desde luego, los temas del dinero y la felicidad son muy amplios y tienen tantas lecturas como habitantes tiene el planeta.

      Como siempre, mi abrazo fraterno.

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      • José María Laso dice:

        No pretendo hacer una apología de lo que es la felicidad, porque ese es un tema muy, pero muy amplio y con diferentes matices. Estoy plenamente de acuerdo en que la carencia de dinero, no permite el goce, en ocasiones, hasta de las necesidades básicas. Mi punto es que no se puede basar toda nuestra actividad y deseos en la búsqueda de dinero como fin último de la felicidad, ahi yo no creo que está la felicidad

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