En mi época…!

         Si alguna ventaja tiene acumular años, que no es ni de lejos lo mismo que tener experiencia, es la permanente oportunidad que tenemos para aprender, para cuestionarnos, para cambiar conceptos válidos en otros tiempos y no en los actuales, para despojarnos de prejuicios y de conceptos que nunca sirvieron para algo. Renovamos casi todo lo que está a nuestro alrededor y nos deshacemos de aquellas cosas inservibles, sustituyéndolas por nuevas. ¿Por qué no hacerlo también con nuestros obsoletos e innecesarios contenidos mentales?

          Desde que tengo memoria escucho regularmente a muchas personas que han superado la barrera de los cuarenta años, hablar –entre suspiros y arrogancias– de “mi época”. En esa “mi época” de aquellas personas, todo era mejor: la vida, los humanos, las amistades, los autos, los amores, las lavadoras de ropa, los radios a transistores, la música, las películas, etc. La lista es interminable. ¡Sí, todo era mejor, afirman!

          Esa “mi época” generalmente está ubicada para cada persona en los años de su adolescencia y muy temprana juventud. ¿Y las otras épocas, acaso no les pertenecen también? ¿Acaso la vida solo fue buena en esa época?

       Nuestras épocas, nuestros tiempos, son todos aquellos desde nuestro primer suspiro hasta el último. No importa si vivimos seis meses o cien años, todas y cada una son nuestras épocas. Cada época nos ofrece una enorme y variada oferta de ingredientes para ir cocinando nuestra propia receta de vida. La forma en que cada cual combina esos ingredientes más la inevitable sazón del azar, va moldeando la vida de cada persona. Toda época contiene un poco de casi todo. Las épocas pasadas pueden ser tan buenas como las actuales. Aún aquellas que nos faltan por cocinar, nuestros tiempos futuros, podrían ser muy agradables y entretenidos, y aún mejores que los ya vividos.

          Siempre me queda la sensación de que aquellas personas adictas a considerar que en “mi época” todo fue mejor están detenidas en el tiempo; no se mueven, no miran hacia adelante, murieron emocionalmente y aparentan que son felices. No evolucionan, no se dan la oportunidad de renovarse. Acumulan años, pero no viven realmente. Su experiencia quedó congelada y anclada en “mi época”.

          El tiempo presente es indudablemente el mejor de todos. Estamos vivos y podemos hacer elecciones de vida. Estamos muertos para un pasado que no podemos alterar. Estamos tiernos para un futuro siempre incierto. Aunque somos en gran medida producto de un pasado que no podemos alterar, que nuestro futuro deje de ser ese producto de presentes que se viven mirando con añoranza y arrogancia pasados que nunca volverán ni se repetirán.

11 Responses to En mi época…!

  1. Jack Bermeo P. dice:

    solo dos reflexiones:
    de lo único que podemos hablar con relativa cereza es del pasado.
    y como dicen Les Luthiers: TODO TIEPO PASADO FUE ANTERIOR

    Me gusta

    • Fer Tobar C. dice:

      Aquello de la relativa certeza del pasado es cierta. El pasado reside -por decirlo de algún modo- en nuestra memoria. Con el tiempo nuestros recuerdos se ocultan, se distorsionan, los mejoramos, los empeoramos; están condicionados por nuestra propia subjetividad.
      Gracias por tu tiempo y por tu comentario.
      Un abrazo.

      Me gusta

    • Fer Tobar C. dice:

      Aquello de la relativa certeza del pasado es cierta. El pasado reside -por decirlo de algún modo- en nuestra memoria. Con el tiempo nuestros recuerdos se ocultan, se distorsionan, los mejoramos, los empeoramos; están condicionados por nuestra propia subjetividad.
      Gracias por tu tiempo y por tu comentario.
      Un abrazo.

      Me gusta

  2. Fernando Alvarez Malo dice:

    Querido Tocay:
    Un gusto grande volver a leer tus reflexiones. Estoy en casi todo de acuerdo contigo pero, creo, que pensemos o no en función de presente siempre terminaremos actuando en clave de lo que nos marcó el pasado, eso es lo que somos, nuestras «circunstancias» son solo pasado. Cuando marque la tecla de envío, esto habrá pasado, el futuro es inalcanzable, para que preocuparse por algo que se desvanece cada instante.
    El abrazo es el de siempre.

    Me gusta

    • Fer Tobar C. dice:

      El pasado, antes de serlo, fue primero un futuro, luego un presente. Es cierto que nuestro presente está condicionado por nuestros pasados. Hay que vivir el presente de modo que se convierta en un pasado positivo. Eso creo que solo es posible mirando hacia el ese futuro inalcanzable con optimismo. A pesar de ese juego de palabras, la amistad siempre será presente, nunca pasa.
      Como siempre mi gratitud por tu tiempo, tus palabras y por esa amistad intemporal.
      Un abrazo.

      Me gusta

  3. Querido Fernando.-
    Valiosos criterios y coincido con ellos, en efecto siempre tendemos a creer que «cualquier tiempo pasado fue mejor » …….tremenda estupidez !!
    Ya que como tu bien dices, nuestra época es el presente!!
    Vivámoslo, disfrutémoslo y sobre todo actualizémonos en aquello que debamos hacerlo.
    Cada día la vida te trae nuevas sorpresas. Estemos dispuestos a entenderlas y aceptarlas.
    Que cierta esa frase de Pawels : «Para estar presentes hay que ser contemporáneos del futuro «.

    Abrazos.

    Me gusta

  4. Maja dice:

    Mi querido amigo, comparto la misma opinión que Patricia, el presente es el único que puede modificarse de acuerdo a nuestros deseo y elecciones. Y es el que dejará huellas, sueños y deseos para seguir construyendo positivamente. Siempre te tengo presente, me encanta leerte!!!
    besos, Maja

    Me gusta

  5. Patricia Lasso del Campo dice:

    En definitiva, el presente, «el ahora», es el único en el que la vida se desenvuelve…..anclarse en el pasado o vivir en la expectativa del futuro, nos quita la vitalidad para vivir plenamente HOY!!

    Me gusta

Responder al comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.