Noblezas criollas

           En Agosto/2019 se publicó en el diario «El Telégrafo» (Guayaquil, Ecuador) una nota que resume las conclusiones del «Centro de Investigación Genética y Genómica», de la Universidad Tecnológica Equinoccial, en Quito, Ecuador. Destaca una de sus conclusiones «que los genes indígenas en la población son los que prevalecen en el país.» Aproximadamente un 60%.

          Complementando estas conclusiones hay que recordar al más serio genealogista que tiene el Ecuador, el Dr. Fernando Jurado Noboa, quien ha abordado este tema con solvencia en algunas de sus obras. Como si eso no fuera suficiente, el afamado Marqués de Vargas Llosa, Mario, cholo peruano, también abordaba este tema en alguna de sus obras. Vale recordar también un viejo dicho –cuya autoría desconozco–: «el que no tiene de inga, tiene de mandinga».

           La calidad de «nobles» o de «gente bien» con la que muchas personas y familias se auto asignan es risible. Más aun cuando presumen de ello como si fuera mérito propio. El lugar, la familia, el status y las particularidades genéticas con las que se nacen son una casualidad en la vida de cada individuo y por esa razón no son meritorias. Tener la piel blanca no es mérito, tanto como tener el color de indio no es vergüenza. En otros casos, las noblezas fueron los premios que las monarquías dieron a sus vasallos por los servicios recibidos o como mecanismos de manipulación. América, a raíz de la conquista que hicieron las monarquías europeas, fue campo fértil para repartir títulos nobiliarios en abundancia. De esa manera se compraron lealtades y se dificultaron en gran medida los procesos independentistas. Luego de la independencia, las noblezas persistieron, y los criollos, ennoblecidos a dedo por esas monarquías y con su mal disimulada amargura por la pesada carga de su componente genético cholo o indígena, se encargarían de mantener y heredar sus títulos, status y amargura; de esa manera el proceso de «blanqueamiento» ha continuado; la discriminación y el repudio hacia el cholo o el indio serían y siguen siendo parte de ese proceso.

             Vargas Llosa afirmó en su momento: «Un latinoamericano se blanquea a medida que se enriquece o adquiere poder, en tanto que un pobre se cholea o indianiza a medida que desciende en la pirámide social» La nobleza y la posición en la pirámide social siempre es un asunto de poder y riqueza.

           Los «nobles» de antes, a pesar del color de su piel, y fruto de su propia miopía intelectual y su arrogancia, van perdiendo sus noblezas; y de a poco se han ido «acholando» (indianizando como lo diría Vargas Llosa). Y los cholos de antes, han ido ocupando esos espacios; se han ido «blanqueando» y ennobleciendo.

         Termino con otra cita del Marqués cuando agradecía el regalito que le hizo la Monarquía Española: «los cholos hemos llegado a la aristocracia española».

            Sí señor, los cholos de a poco se están convirtiendo en «nobles», y es una desgracia que la calidad del ser humano siga dependiendo de la cantidad de dinero que pueda atesorar o del poder que sea capaz de ejercer.

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Enero/2020 (511 palabras)

https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/6/ecuatorianos-genes-indigenas-poblacion-nativos

10 Responses to Noblezas criollas

  1. Raúl Guzman dice:

    Es así Fernando, simple mestizaje, arcoíris, color de la vida o la huipala. Somos una raza luz y quieren diluirnos a mero metal.
    Época de hedonismo y relativismo como diría Francisco… nada más. Lo que se excluye ahora mañana será la perla de gran valor.

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  2. Pedro BUITRON dice:

    Fernando querido, es materia de mi trabajo de investigación, de cuando vienen los primeros habitantes a este continente, la bioantropología ha repuntado del lado científico con mucho énfasis, y confirman muchas hipótesis y aclaran bien la condición humana, del continente, y Ecuador es un laboratorio genético único para descifrar el presente con el sustento de la historia.
    Mi solidaria aceptación a tus valiosos enfoques, un abrazote fraterno.

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  3. rajre dice:

    Yo llamaría a ese resentimiento tener un “inconsciente colonizado” , dárselas de gran raza, gran apellido o gran trompón sólo indica proyectar afuera de uno -en otros, como negros, indios, gueyes, mujeres- una incapacidad para darse una vida libre y creativa, y al negarle al cuerpo la posibilidad de ejercer el deseo culpar a otros de nuestra frustración y limitaciones.

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  4. Santiago Espinosa Bermeo dice:

    Muy bien traído el tema y mejor la forma de su desarrollo

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  5. Arsenio Proaño dice:

    Magistral!

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