Una Mujer…

Que ame con sinceridad.
Que considere a la belleza exterior como casualidad de la naturaleza y no como mérito personal.
Que entienda el verdadero concepto de la intimidad.
Que no critique ni juzgue.
Que pregunte y se esfuerce por entender.
Que reclame sin asumir el rol de víctima.
Que sugiera sin ordenar.
Que pida sin mendigar.
Que dé sin esperar beneficio ni retribución.
Que sepa lo que es la libertad y la respete.
Que valore la vida sencilla.
Que no tenga la necesidad de impresionar a nadie.
Que no pretenda manipularle a nadie.
Que no intente castigar ni premiar a nadie.
Que prefiera aquella vida en la que se ama y se respeta sin condiciones.
Que viva de acuerdo a sus sinceras convicciones.
Que no se deje llevar por las conveniencias de cada momento.
Que mire y trate a sus hijos como personas y no como objetos decorativos.
Que entienda que se puede vivir en armonía sin necesidad de que las personas piensen y actúen de acuerdo a sus personales caprichos, complejos y conveniencias.
Que viva la sexualidad con libertad e igualdad, exigiendo su derecho al placer y sin considerarlo mecanismo de manipulación o de intercambio.
Que no sea machista!!!!

¿Existe esa clase de mujeres?
……qué bonito es soñar, sobre todo despierto!

Si alguna vez existieron, se han extinguido; las que quedaron se han fugado a Júpiter. Me queda la esperanza de que a nuestra llegada a Júpiter, sean ese tipo de mujeres las que nos den la bienvenida.