Parecería que en el estado actual de la evolución de la sociedades humanas, muchas taras se habrían superado. No es así, lamentablemente. Cada vez más, el humano es un ser que excluye, que discrimina, que desprecia a sus congéneres por no considerarlo como su “igual” y por cualquier sinrazón. Larga es ya la lista de las categorías y calidades que ubican a unas personas por debajo de otras.
Les invito a leer “Sociedad excluyente”, bajo Reflexiones:
La relación de pareja, con frecuencia, es el centro de ese micro universo que es cada persona. Su importancia es fundamental e influye en casi todos los demás aspectos de la vida personal. Es pregunta frecuente, de todos los amores vividos ¿cuál es o fue el mejor?
Les invito a leer “El amor de la vida”, bajo Reflexiones:
Los humildes opinadores están por doquier. Siempre con su humilde y valiosa opinión a flor de labios, aunque nadie se las pida. Sin embargo, ¿existe realmente una opinión que pueda ser considerada humilde? ¿Es quien emite una supuesta humilde opinión, realmente humilde?
Frecuentemente, la conciencia humana se parece mucho a las fundas negras llenas de basura; unos hurgan en éstas; pocos lo hacen en aquellas; siempre aparecerá algo valioso al hacerlo, aunque hurgar; tanto conciencia como basura, siempre es incómodo y poco placentero.
Yace en la mente de muchos que la felicidad y la bonanza económica son mutuamente excluyentes. Se afirma con frecuencia que el dinero no compra la felicidad y que las personas adineradas son generalmente infelices. Mucho mito, mucha mentira en torno a ese tema.
Tema y polémica de moda. Con demasiados sesgos moralistas y políticos. Demonización sin sustancia humana ni científica. Ausencia de tolerancia y mucha hipocresía. Así es como se trata este interesante tema…
No existe persona, por muy inteligente o formada, que pueda razonablemente afirmar, mucho menos presumir, de hablar y escribir correctamente el idioma español. LA RAE (Real Academia de la Lengua) cada vez nos llena más de normas, excpciones y nuevas palabras lo que hace imposible su conocimiento completo. La RAE se ha convertido paulatinamente en una tiranía.
Cada cumpleaños es un acontecimiento importante en la vida de cada persona. Cumplir los 12, 15, 18, 30, 50 años son hitos que siempre se recuerdan. ¿Cumplir 70 años marca un punto de inflexión trascendente?
Las medicinas para el alma y el cuerpo que la naturaleza generosamente pone a nuestra disposición, y sin costo alguno. Lástima que a veces las olvidamos o nos abstenemos por incomprensoibles e inútiles motivos.