Jamás me lo habría imaginado…
El Señor Cura recurriendo a su celular en medio del sermón.
Me imaginé que podía ser una llamada urgente, pero no. Fue algo más importante: leía un mensaje de un joven feligrés que días antes le había enviado un SMS cuyo texto iba muy a tono con el sermón en curso.
A pesar de mi escepticismo y mi marcada tendencia antirreligiosa, me pregunto: ¿La tecnología será bendita?
Cómo así te dejaron entrar?
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