Erotismo y pornografía

Son términos que se confunden con regularidad; en otros casos su significado no es muy conocido. Erotismo y pornografía tienen un elemento común: La sexualidad humana; en todo lo demás hay diferencias sustanciales.

Erotismo. Es la interacción cuya finalidad es el incremento de la atracción y del deseo sexual. Su práctica es privada e incluye acciones y actitudes en las que prima la confianza que permite la búsqueda consensuada de elevados niveles de excitación y tensión sexual. Privilegia la satisfacción de las necesidades y demandas mutuas. Hay respeto, consideración y un elevado grado de confianza; el amor y una de sus variantes, el amor sexual, son los motores que dinamizan el erotismo. Cuando la pareja es capaz de erotizarse previamente –en alguna medida– las relaciones sexuales adquieren un nivel elevado de intensidad. La relación sexual sin erotismo es posible, pero más temprano que tarde se convierte en rutina.

Pornografía. Casi siempre visual, es la interacción sexual exaltada en la que predomina la exageración de las formas y las actividades. La relación sexual es representada por actores despojados de sentimientos, que representan un rol frente a un grupo de personas que los dirige, de acuerdo a un libreto preestablecido. Fingimiento sin sentimientos es la norma, y casi siempre presentando a la mujer como un objeto de uso y abuso. La pornografía presenta casi todas las variantes crudas, grotescas, perversas y violentas de la sexualidad humana. Se aprovecha y se sustenta en la natural predisposición y curiosidad sexual del humano, para incitarle a su consumo. Hay personas que se enganchan en esa dinámica viciada y se vuelven consumidores frecuentes. Está diseñada y orientada para que sus promotores obtengan beneficios económicos, a costa de una inmensa masa de adictos.

Nuestra mojigata sociedad cree que los términos erotismo y pornografía son similares y que se refieren al mismo tipo de actividades sexuales. Se las rechazan y miran de reojo, calificándolos siempre negativamente y especialmente pecaminosos. La cultura occidental hipócrita con un alto grado de retardo emocional ha satanizado la sexualidad humana y es incapaz de entender el erotismo. Muchos hombres y mujeres, del mismo modo hipócritas y con el mismo grado de retardo, son incapaces de practicarlo, y plenos de deseos y curiosidades sexuales se convierten en consumidores devotos y habituales de la pornografía.

Las mentes un poco más liberales y libres que han comprendido, aunque sea un poco, la sexualidad humana, entienden y disfrutan del erotismo, y han podido comprobar que la pornografía, además de grotesca, es intensamente aburrida.

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Septiembre/2020 (419 palabras)

3 Responses to Erotismo y pornografía

  1. Esteban dice:

    Estupenda síntesis y con los conceptos claramente diferenciados.

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  2. Arsenio Proaño dice:

    Así es! Felicitaciones Fernando, otro tema candente. Encontré por ahí: «Una mujer desnuda y en lo oscuro -dicen los versos de Benedetti en la canción de Serrat- es una vocación para las manos, para los labios es casi un destino, y para el corazón un despilfarro… una mujer desnuda es un enigma, y siempre es una fiesta descifrarlo.» Es poesía erótica. Tributo de alto vuelo a la mujer.» La pornografía alude al sexo y la prostitución. Un cordial saludo.

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