Los desenchufados

              Esta no es una nota política, pero sí una reflexión que deriva de una vivencia política.  Hemos atravesado por una campaña política que ha sido la más cruda, violenta e infame que yo recuerde en los últimos 50 años.  Ha sido como cruzar un campo sembrado de minas.  Nadie ha muerto en el intento y todos hemos salido heridos.  El tiempo curará nuestras heridas y perdonaremos los golpes recibidos.

            En medio de tanta inmundicia, algunas caretas se gastaron o se cayeron, y aquellos “de no creer”, conocidos la mayoría, han quedado al descubierto.  Y han quedado también al descubierto –una vez más– que los profundos complejos que nos dividen desde que fuimos conquistados no somos capaces de superar.  El último proceso electoral nada tuvo que ver con ideologías o posturas políticas; fue simplemente una guerra de poder entre dos clases perfectamente definidas y visibles.  Seguimos creyendo y actuando como si cholos, negros, indios, longos, zambos, morenos, “patas al piso”, y similares personas fueran un lastre y la encarnación de todos los vicios y taras de la sociedad, carentes incluso de inteligencia y derechos.  Aún seguimos creyendo y actuando como si las personas de piel blanca y de holgada posición económica no solamente son los buenos sino también los salvadores elegidos de nuestra sociedad ¡Fascismo puro y simple!  El discurso de unidad y de hermandad es una alfombra que se pisotea cada vez que se requieren de votos.  No toleramos las diferencias y esto es la esencia de la confrontación.

                Ninguna explicación vale, ningún argumento se intenta entender, siquiera.  Algunos afirman que todo eso es normal en tiempos políticos y que ya pasará.  Quisiera creer que eso es posible.  Las heridas sangran, las lágrimas han mojado nuestras manos y nuestras mejillas; la honra ha servido de retrete; los insultos han sido proferidos y escuchados; demasiadas almas heridas; mentira, manipulación y falta de ética son las nuevas musas.

               Muchos –y me incluyo– lloramos en silencio y con una sonrisa a flor de labios sintiendo cómo amigos y seres queridos nos han discriminado, excluido, asqueado por el “delito” de tener una preferencia política diferente.  ¿Alguna forma de alivio?  Sí, hay que desenchufarlos cual lámparas dañadas sin energía que no alumbran ni calientan.  Y desenchufados permanezcan en el desván de nuestra memoria, junto al resto de cachivaches.  El camino que recorremos día a día será más limpio y luminoso

                 No podía terminar esta nota sin hacer una cita muy apropiada al tema.  Vienen bien unas palabras de mi amigo y cantautor Hugo Idrovo:   “El odio no cabe en mí.  La violencia no es mi vocación.  Abrazo a todas y todos en este día y en los que vendrán, aún si no respetas mi derecho a compartir mi sentir o mi verdad.  Paz en tu corazón”

13 Responses to Los desenchufados

  1. Nina Simone dice:

    Me parece que este escrito ha provocado que sigan cayendo caretas… muchos de aquellos personajes que quedarán desenchufados, al menos en nuestra memoria, no hacen mas que desenmascararse con cada «justificativo» tratando de acusar a otros del propio fastidio, una verdad que les resulta harto dolorosa, pero es verdad: inequidad y desprecio por el que menos tiene cuando aquel se levanta, mira fijamente y reclama derechos, lo veo todos los días mientras sigo coleccionando lámparas inservibles, fugaces y oxidadas, algunas con rosarios colgantes, libros ilustrados y reflejos de valores ficticios.

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    • Fer Tobar C. dice:

      Gracias Nina por tu tiempo, tu lectura y tu comentario. De paso te ofrezco mi disculpa por el trato familiar, a pesar de que no te conozco. Coincidimos en la esencia: ese grito desesperado y silente ante la discriminación.
      Recibe mi saludo afectuoso.

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  2. José María Laso dice:

    Hay razones y sin razones en tu escrito. Es difícil por no decir imposible declararnos apolíticos. Todos y cada uno de nosotros tenemos una posición política, no hablo de preferencia por una candidatura u otra, eso es un tema que requiere otro análisis. Posición definida en función del sitio que ocupamos en la sociedad, la posición económica, el entorno familiar y hasta nuestras creencias religiosas, si es que las tenemos. De manera que tu escrito que dice que no es una nota política, define tu posición política y las desaveniencias que has tenido por tener una postura diferente, en este caso, es interpretación mia, a los de tu entorno inmediato.

    Las diferencias de pensamiento, de educación, cultura, capacidad económica, etc, son una realidad, pero no por eso debemos pensar que se debe dar una confrontación de clases (lucha de clases) e incentivar para que esta se agudice, ni tampoco para determinar que sea una u otra clase la que debe dominar el panorama social, económico y político de una nación. Lo verdaderamente democrático es aceptar que esas diferencias existen y que hay que acortar las distancias en todos los campos, sin menoscabar los derechos de unos y de otros y repetando las diferencias de pensamiento político, de credo religioso, etc.

    Los fundamentalismos, las posiciones extremas son las que llevan a la confrontación, a la falta de tolerancia, al irrespeto. Las heridas por esta confrontación que se ha dado en los últimos tiempos, lamentablemente no sanarán en corto tiempo y si no se corrigen rumbos, estás heridas se harán mas graves y nos pueden llevar a un estado de conmoción muy grave que hagan peligrar la paz del Ecuador.

    Un sincero abrazo,

    José María Laso

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    • Fer Tobar C. dice:

      Gracias José por tu lectura y por tu comentario.

      Mi último artículo «Los desenchufados» ha generado más reacciones de lo que me habría imaginado, y casi todas ésas contienen argumentos de tipo político, soslayando la verdadera esencia de mi artículo. Y tus comentarios no se apartan de esa línea.

      Concuerdo contigo cuando afirmas que todos tenemos una posición política, y es inevitable sustraernos a su influencia en los diferentes aspectos de la vida. Mi artículo no define mi posición política y tuve mucho cuidado, al escribirla, de que así fuera. Expresar una posición o preferencia política habría sido una inconsecuencia con el objetivo de de mi blog, de mantener fuera los asuntos políticos. Comentar muy superficial y rápidamente un tema vinculado más a la sociología que a la política, no es exponer mi posición política.

      Mi artículo es esencialmente humano. Es el lamento doloroso de quien mira con impotencia cómo la discriminación sigue vigente en la mente y corazón de muchas personas.

      Un abrazo José.

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  3. Juan Bermeo dice:

    Gracias Fernando, muy bien expresado, has tocado con claridad «el tema de fondo», respetar nuestras diferencias, pero mas que nada, reconocer nuestra esencia unica y universal, de ahi venimos y alla vamos y nada de lo que acumulemos en esta nos llevaremos, mas alla de una conciencia mas armonica.
    abrazo

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  4. Laura Guarderas de Bermeo dice:

    Mi querido Fer te felicito y te agradezco de corazón por tus palabras, que expresan lo que yo siento también. Tu voz es nuestra voz. Gracias y no estás solo, habemos algunos que nos sentimos desenchufados por ver las cosas desde otro punto de vista

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  5. Jack bermeo dice:

    La capacidad de autocrítica siempre la admiré, un abrazo fraterno

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  6. Sebastián Carrión P. dice:

    Que pena Fer. Lo escrito por ti, define en esencia la actitud del gobernante de turno. Ha sido el mayor insultador y divisionista que haya conocido la política nacional. Nadie, al menos yo, puede oponerse a «tener carreteras», «escuelas», «hospitales»….. y tantas maravillas, producto de la chequera petrolera más abultada de la historia (mencionando también que la deuda externa es la más grande y usureros de la historia). El problema querido Fernando, es la herencia que nos deja esta gente. Un país ROTO, LLENO DE ODIO, UNOS EN CONTRA DE OTROS, UN APARATO PRODUCTIVO DONDE EL OBRERO ODIA AL PATRONO……Y ASÍ…..
    LAS CARRETERAS SE DAÑARAN PRONTO, LOS HOSPITALES DEJARAN PROGRESIVAMENTE DE FUNCIONAR……..el problema esencial está en curar a la sociedad de tanta maledicencia, propia de alguien qi3 contaminado por su resentimiento social, abuso de la ignorancia de la gente, para dejarnos el país que hoy tenemos…….con buenas carreteras.
    Me considero desenchufado.
    Un abrazo.

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    • Fer Tobar C. dice:

      Primo querido:

      El contenido de tu comentario está fuera de contexto y con lo que pretendo sea mi línea de pensamiento y opinión en este espacio, y por esa misma razón me abstengo de comentarlo.

      He evitado siempre y lo seguiré haciendo los artículos y comentarios políticos, religiosos y deportivos porque son generadores de conflictos y discusiones agrias e interminables. Hay otros espacios para esas discusiones.

      Agradezco tu tiempo. Un abrazo.

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  7. Arsenio Proaño dice:

    Felicitaciones Fernando, claro, precisó y verdadero. Duro y triste perder el cariño de familiares y amigos solo por el hecho de pensar diferente y ser apasionados en lo que creemos. Difícil creer, pero cierto el conocer a muchas personas que creíamos eran buenos, bondadosos y por la política nos enteramos que no ha sido cierto, pero vale la pena en cambio conocer por esta misma circunstancia grandes amigos, con los mismos ideales. Un fuerte abrazo.

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