Nos vendría bien si de vez en cuando haríamos lo mismo que esa mujer humilde: hurgar. Así como ella en fundas de basura, nosotros en nuestras conciencias.
Casi siempre ella encontrará algo que le sirva: material para reciclar, algún objeto de valor tirado por error, restos de comida que aún pueden saciar el hambre, etc. Al menos esa mujer, en medio de su pobreza, humildad y necesidad, sabe que su esfuerzo no será improductivo.
¿Encontraríamos nosotros algo valioso en nuestras conciencias, que no sea vanagloriarnos de las habituales superficialidades que nos indigestan día a día? ¿Tenemos la misma paciencia que la mujer para hurgar, encontrar y sacar algo de valor?
Parece que la cultura actual ha convertido a nuestra mente y alma en fundas negras cuyo contenido nos importa cada día menos.
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Foto Av. Portugal y 6 de Diciembre.
Zona comercial y financiera en el centro norte de Quito.
Imagen real sin retoques.
Marzo 2023
mi ventana al mundo 
Hacer un inventario de nuestro corazón!
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Gracias por compartir esta interesante reflexión, no sin antes felicitarte por la misma.
Sin embargo la considero contradictoria con la idea de la funda negra aludida en tu comentario. Si bien es cierto hay escasez de valores humanos en la actualidad, sin embargo existen. Solo hay que remover la funda negra y rescatar esos valores, que no son reconocidos por muchos, pero eso no quiere decir que no existen. todavía existen, en una minoría pero existen Sin sentido de valor para la vida de quienes si creemos en ella, considero pertinente manifestar un pensamiento que puede normar la vida de muchos. “Cuando la vida es un martirio el suicidio es un deber “
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